En el curso de estrategias publicitarias de la LCE-UTM que empezamos a impartir en el mes de marzo, nos proponemos analizar, entender y elaborar campañas publicitarias y/o promocionales desde la perspectiva de la comunicación y su influencia en la psique humana. El paradigma de este aprendizaje consiste en comprender cómo se codifican contenidos utilizando una metacomunicación y transmitir mensajes capaces de persuadir a la gente. El primer sustento teórico obviamente es el circuito formal de comunicación, mediante el cual fluye desde el emisor al receptor un flujo de datos e información codificados en forma de ideas, pensamientos, creencias, etc.
El éxito de la publicidad implica el buen funcionamiento del circuito de la comunicación, sin embargo existe el siguiente problema al tratar de realimentar el proceso: de origen toda la publicidad es una comunicación impersonal que emite un anunciante o un patrocinador plenamente identificado hacía una audiencia receptora, que es un grupo disperso de personas que no siempre están plenamente identificadas y no necesariamente son atentas, por lo tanto al enviar el mensaje es muy complicado provocar una respuesta inmediata y directa de esa audiencia, eso impide un feedback positivo del circuito (retroalimentación), entonces, la publicidad debe planearse como una estrategia de metacomunicación para transmitir en los mensajes de forma persuasiva, lo qué se quiere decir, a quién se le quiere decir, pero no se le conoce.
La metacomunicación es un enfoque sugerente del circuito de comunicación, que al emplearse como sustento de la publicidad puede confundirse con la subliminalidad, pero se diferencia porque la metacomunicación se ejecuta cuando el cerebro desempeña una percepción activa, captando todo tipo de estímulos y por tanto asimilando las impresiones y las apariencias que le generan esos estímulos para crear patrones de pensamiento; entonces a la metacomunicación le basta con codificar “impresiones y apariencias que engañen” a la mente.
En los siguientes videos se demuestra cómo se puede engañar a la mente a través de estímulos (en este caso visuales) creando impresiones y apariencias:
En los siguientes videos se demuestra cómo se puede engañar a la mente a través de estímulos (en este caso visuales) creando impresiones y apariencias:
El aspecto de la publicidad surgida de la metacomunicación que más polémica desata no es el “engaño de la mente”, sino la capacidad de manipular, porque adapta y dirige las actitudes, el comportamiento y las motivaciones de grupo en función de intereses específicos. Cabe señalar que para la publicidad no es un propósito manipular, sino que esto es un efecto social que se deriva de la formación de una opinión personal. En la siguiente lectura se explica la relación de la publicidad con la formación de la opinión y la manipulación social:
► La opinión y la manipulación.
Las acciones derivadas directa o indirectamente de un posible manipulación publicitaria pueden descubrirse al revisar el efecto psicológico que antecede a la conducta y por tanto que sustenta a la opinión personal. El siguiente articulo describe cómo funciona ese efecto psicológico:
► El Efecto Psicológico de la Publicidad
► La opinión y la manipulación.
Las acciones derivadas directa o indirectamente de un posible manipulación publicitaria pueden descubrirse al revisar el efecto psicológico que antecede a la conducta y por tanto que sustenta a la opinión personal. El siguiente articulo describe cómo funciona ese efecto psicológico:
► El Efecto Psicológico de la Publicidad
Atte
M.M. Perseo Rosales Reyes
0 comentarios:
Publicar un comentario