En este día (09/10/2019) finalmente cayó el telón de la obra de otro grande y consagrado de la cultura musical mexicana. Todo lo que empezó después de la muerte de José José "El Príncipe de la Canción" afortunadamente culminó como debió ser desde un principio, homenajeado por su auténtica gente: el pueblo mexicano. Luego del arribo de los restos mortales de José José gracias a la discreta intervención de la SRE y SEDENA inició un homenaje en nuestro simbólico Palacio de Bellas Artes, donde la Orquesta Sinfónica Nacional interpretó exquisita y sensiblemente su tributo musical al noble de la música, destacando "La nave del olvido y Regálame esta noche". La intervención de un cuarteto musical, del mariachi, del trío huasteco y del coro de Bellas Artes reafirmaron porque la calidad de lo que José José interpretó estaba en la frontera de lo popular y lo selecto. El homenaje en Bellas Artes no fue un duelo, fue un emotivo homenaje de los deudos pero más del pueblo mexicano, que no escatimó porras, vivas, aplausos y muestras de simpatía y amor.
Ya en la grandiosa Basílica de Guadalupe, los restos de José José merecieron una misa de bendiciones, de oraciones pero también, de canciones, de lágrimas y del cariño de su verdadera gente que no se cansó de gritarle "eres mexicano", porque muchos, miles o millares somos los que soñamos, nos enamoramos, nos decepcionamos y nos volvimos a encantar con sus canciones, por eso, ese pueblo reconoció la inmortalidad del Príncipe, no por fallecer, sino por ser un humano que enfrentó su vida como tantos lo hacemos, e inconcientemente, o quizás premeditado, la transfirió a sus canciones, sus películas y sus problemas, que son el reflejo de la vida de eso millares.
Ya en camino a su última morada todavía pasó por su colonia Clavería, ahí sus restos mortales percibieron que aquellos entre los que nació si supieron diferenciar entre Amar y Querer, demostrándole que quizás nunca le dijeron que lo querían mucho, pero hoy le manifestaron que lo aman, eternamente. Ya en el panteón francés sucedió el último momento de intimidad popular, hermanando a su familia mexicana con los amigos, con los conocidos, con los fans, con los admiradores y con toda la gente que se ha inspirado con las canciones de José José. Fue el último acto para derramar lágrimas, o quizás para liberar el sentimiento de júbilo y buenos deseos por el descanso del Príncipe.
En este día terminó la historia del personaje e inició la leyenda del cantante que convirtió sus baladas en auténticos poemas que hablan del amor y desamor, de la aventura y desventura, de la felicidad y la desdicha que no sólo experimentó, sino que es la cotidiana batalla en la vida de millones de fans, con la necesidad de volver a creer como en la última canción del Príncipe. Descanse en paz José José.
M.M. Perseo Rosales Reyes
PD: Aquí una muestra de la calidad de Yanni, el último músico y productor que homenajeó al Príncipe José José donde se lo merecía: el escenario frente a su público.
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